Cáspita!

¡Cáspita!

La poesía de mis sueños

Me despierto soñando que hacía un poema a la vez que lo recitaba, recupero el último verso y lo apunto. Me duermo y me vuelve a pasar lo mismo. Toda la mañana recitándome en sueños y apuntando. Esto, inconexo, es lo que recuperé:


El arte de parecerme a ti me seduce y me gusta

Escribo con letras de metal

Que si no te encuentro parezco un país sin mar

Me autolesiono con los pedacitos rotos de mis poemas,
y mi sangre se parece a ellos



***

DEJAR DE ESCRIBIR

Juan Rulfo (1917-1986) "Es que se murió el tío Celerino, que era el que me contaba las historias"

Arthur Rimbaud (1854 – 1891) Tras publicar su segundo libro, a los 19 años, pensó que ya había escrito toda su obra, cayó en el silencio literario y se dedicó a la aventura, hasta su muerte a los 37 años de edad.

Felipe Alfau (1902-1999) Creo que es muy ingenioso lo que dijo Felipe Alfau, que ha renunciado a la escritura por culpa del trastorno de haber aprendido inglés y haberse hecho sensible a complejidades en las que nunca había reparado.

Sócrates (470 a. C. - 399 a. C.) .

Marcel Bénabou (1939-.) En Por qué no he escrito ninguno de mis libros: "Sobre todo no vaya usted a creer, lector, que los libros que no he escrito son pura nada. Por el contrario (que quede claro de una vez) están como en suspensión en la literatura universal"

Marguerite Duras (1914-1996) "Escribir también es no hablar. Es callarse. Es aullar sin ruido"

Robert Walser (1878- 1956) Alguien ha dicho que Walser es como un corredor de fondo que, a punto de alcanzar la meta codiciada, se detiene sorprendido y mira a maestros y condiscípulos y abandona, es decir, que se queda en lo suyo, que es una estética del desconcierto.

Pepín Bello (1904-2008) "He escrito mucho, pero no queda nada. He perdido cartas y he perdido textos escritos en aquella época de la Residencia, porque no les he dado ningún valor. He escrito memorias y las he roto. El género de las memorias es importante, pero yo no"

Bobi Bazlen (1902-1965) "Yo creo que ya no se pueden escribir libros. Por lo tanto, no escribo más libros. Casi todos los libros no son más que notas de pie de página, infladas hasta convertirse en volúmenes. Por eso escribo solo notas a pie de página"

Clément Cadou (1948-1972) ...toda su vida fue olvidarse de que un día tuvo la idea de ser escritor. Para ello pasó el resto de sus días considerándose un mueble. Pidió a su familia que el pequeño epitafio que dejó escrito fuera considerado como sus "obras completas": "Intenté sin éxito ser más muebles, pero ni eso me fue concedido. Así que he sido toda mi vida un solo mueble, lo cual, después de todo, no es poco si pensamos que lo demás es silencio"

Stendhal (1783–1842) "Si hacia 1795 hubiese comentado a alguien mi proyecto de escribir, cualquier hombre sensato me habría dicho que escribiera dos horas todos los días, con o sin inspiración. Estas palabras me hubiesen permitido aprovechar los diez años de mi vida que malgasté totalmente aguardando la inspiración"





(Extractos de: Bartleby y compañía. Enrique Vila-Matas. Anagrama)

Amigos amiguitos conocidos y familiares

Gloria, o la rectitud a cámara lenta.

Daniel, o como seguir jugando a policías y ladrones.

Yolanda, o la insoportable levedad del neceser.

Molinos, la institución del desconcierto o el genio en estado líquido.

María, o la estupidez constituida en fiscalía.

Carlo, o la cátedra de la ternura.

Elba, o la belleza absoluta.

Luis, el anarco-fascismo en bicicleta o como avanzar en círculos.

Chudasama, o como no avanzar en linea recta.

Alex, o la aristocracia de la amapola.

Hermo, o la pedantería hecha lumpen.

Caamaño, o vini vidi pidi.

Emilio, o la ciencia de comprender lo superfluo.

Cristina y Pedro, o el anti-imperialismo de la cocaína.

Ludo, o como no hacer nada y no soportar la tarea.

Noemí, o el silencio de la políglota.

Kaki, o el yonkismo del quedar bien.

Teresa, la bondad hecha prudencia o como dejarme solo.



Tu vuò fa l'americano


Con un histriónico Julián Hernández, como siempre, a la batería.
Con la tontería del chicle el contrabajo se quedó sin salir en primer plano. Intuyo una profunda enemistad entre los dos músicos. Y el otro, soplando por dos saxos a la vez.


¿Por qué aplauden cuado dice baseball?





Quieres hacer el americano
Renato Carosone

Llevas pantalones con la marca en el trasero
Un sombrero con la visera hacia arriba
Andas campaneando por Toledo
como un matón, para hacerte notar...
quieres hacer el americano
americano, americano...
escúchame, crees que merece la pena?
Tú quieres vivir a la moda,
pero si bebes "whisky and soda"
luego te sientes mareado...
Tú bailas rock and roll
tú juegas al baseball...
pero el dinero para los Camel
quién te lo da? El bolsito de mamá!?
quieres hacer el americano
americano, americano...
pero naciste en Italy!
escúchame: no hay nada que se pueda hacer
ok, napolitano!
quieres hacer el americano
quieres hacer el americano!
Cómo puede entenderte quien te quiere
si tú le hablas mitad americano?
cuando haces el amor bajo la luna
cómo te pasa por la cabeza decir “I love you!”?
Tú quieres hacer el americano
americano, americano...

Lógica Gay

Sí, Belén, es precisamente por eso, por ese rencor histórico un poco revanchista, como tú dices, que los gays aplican a veces una lógica algo cerrada. Yo también lo había pensado. Tanto tiempo viéndose apartados y reprimidos los ha empujado a reaccionar así (otra consecuencia del cristianismo).
Pero también es cierto que creo que la lógica gay es cerrada por definición. Para pensar es necesario despojarse de todas nuestras poses, nuestros intereses y hasta de nuestras necesidades particulares. Para pensar con claridad primero es necesario un trabajo previo de nudismo. Cuando se piensa desde una posición determinada, como desde una óptica gay, ecologista, del Real Madrid o siendo torero, se tienen en cuenta unos puntos dándoles más importancia que a otros. Al tener uno ciertos intereses tiende a defenderlos y eso lo lleva a ser partidario, a analizar la realidad desde sus aledaños, a juzgar el todo por la parte. Por eso Galicia no es país para pensar, porque cuando el gallego piensa tiene en la cabeza todos los limites de sus leiras y como saldrán bien paradas; para pensar son necesarias más llanuras y menos minifundios. Por eso la lógica gay es obtusa, porque, además de esto, como tu dices, han pasado por demasiada represión. Por esto yo tampoco puedo pensar, porque al final siempre acabo hablando de gays y de gallegos, en lugar de dedicarme a pensar simplemente.
Pero no quiero decir que siendo gay o torero no se pueda pensar, quería decir que no se puede pensar desde una lógica de gay o con un traje de luces, tan ceñido, tan reflectante.
Borges decía que él no podía adscribirse a ninguna ideología o religión porque pensaba que hacerlo, declararse de tal o cual manera, era supeditar todas las múltiples facetas del Universo a una sola de ellas.
Ahora que lo pienso, para conseguir la iluminación el budismo habla de pensar correctamente (uno de los elementos del Noble Sendero Óctuple) y también habla de liberarse del yo (una de las Cuatro Nobles Verdades) y es esto un poco lo que decía antes, para pensar correctamente es necesario despojarse del yo. Ahora bien, Siddharta empezó sus trabajos de meditación con un riguroso ascetismo y por ese camino no consiguió nada, sólo después de adoptar el Camino medio, como una forma de actuación entre los extremos de austeridad e indulgencia sensual, (y un plato de arroz con leche, todo hay que decirlo) alcanzó su iluminación, llegó a algún sitio. Es decir, uno puede dedicarse a lo que le guste porque sino tampoco adquieres experiencia, pero como decías cuando hablabas de etiquetas: no definirse por eso, y a la hora de pensar aislarte totalmente de tus contingencias. Se puede ser gay o torero, y pensar; siempre que se piense desde fuera de los intereses gays, y te quites el traje de luces. En meterse algún rollo por el bul no pasa nada, ahora, no hay que hacer de eso un tótem. Tampoco cabría.


(Creo que fue “El Gallo”, un famoso torero que cuando conoció a Ortega y Gasset preguntó de qué trabajaba, cuando le dijeron que era filósofo, que se dedicaba a pensar, dijo: “Hay gente pa tó”).



Del inconveniente de haber leido a Cioran

Una amiga me ha dejado, con cierto interés en que lo lea, un libro de Cioran, de frases.
Distingo dos tipos de frases; en unas se revela como un perfecto existencialista, y como todo existenciaslista es penoso y pesadísimo. El otro tipo de frases aparecen dobles, aparentemente ambiguas, por un momento van para un lado y al instante para el contrario, utilizan un método paradójico, y llegan a ser ingeniosas. Pero pronto dejo de leer. No me gusta leer frases ingeniosas, sólo me gusta escribirlas.
Este tipo de inteligencia que parece ingeniosa y es pesimista, que a los demás les puede resultar tan ocurrente, como a mi amiga, a mí me parece una pequeña astucia, es decir: el recurso de las inteligencias nimias, que utilizan su gusto por estar mal y verlo todo peor, su torcida interpretación de las cosas, como generadores de aparentes mordacidades. (Perdón, de aparentes ingeniosidades, porque la mordacidad ya comporta este juego de falsas inteligencias, por su relación con la ironía). Parece que mi amiga cree en la fórmula: cuanto más pesimista, cuanto más se denoste la realidad: a de ser de lo más inteligente. Sin embargo yo creo que la inteligencia pasa por lo contrario, pasa por lo sano, por lo nítido, por ninguna corrupción en los juicios, sin ninguna indisposición oscura que los turbe. Por lo positivo y no por el quejarse, y nunca por la complacencia en el llorar. No es que la inteligencia que yo valoro no se de cuenta de lo negativas y duras que a veces resultan las cosas; sino que dándose cuenta de todo eso lo sabe gestionar de manera positiva, lo admite, le da la vuelta y lo deja a sus espaldas, por ser consciente de la inutilidad de pararse en ese tipo de errores.
Lo mejor que puede hacer un existencialista como Cioran es ocultarse en su cueva, y si persiste en hacer algo en público lo más oportuno es que optase por el suicidio (cosa de la que Cioran hacía apología, aunque murio -como todos los apologistas del suicidio- de forma natural a una avanzada edad). Que conste que yo no sé nada sobre Cioran, no sé si es existencialista, pero leyéndolo me parece tan existencialista como me parece francés... y sin embargo es rumano.
Leyendo en la contraportada otros títulos de alguno de sus libros le agradezco la prevención, le agradezco que me advierta en los títulos de que no debo leer otro libro suyo, si debí alguna vez leer este que se titula: "Del inconveniente de haber nacido". Del inconveniente de haber leído a Cioran, pienso yo.
Por otro lado Cioran parece que nunca se haya movido de su casa y sin embargo, en la foto del libro, tiene el pelo como si hubiese montado en una motocicleta a gran velocidad. Contradicciones de la filosofía.

EL CIELO ES SIEMPRE MAS AZUL

Basta esta canción de Rino Gaetano para refutar a Cioran y dejarlo en ridículo. Ya no digamos Giusy Ferreri.

IN LITERA IN PECTORE

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De Filippo Tommaso Marinetti la rotundidad enérgica al afirmar. La idea de velocidad como épica. Y la épica del holocausto. Y el pequeño holocausto programado y diseñado para una noche en el teatro, que a de acabar alegremente a bofetadas. El haber sido el primero con la imaginación proyectiva suficiente para haber inventado, él solo, todo el arte moderno. Y las dobles letras de su nombre, como si fuesen una clave, con la que dar ordenes a la vanguardia.


De Poe la extraña capacidad de ver en algunas cosas los rasgos de Ligeia, de ver la belleza misma, idealizada y encarnada a la vez, compartiendo el mismo cuerpo. Reconocer en una curva, en un ligero contorno de un objeto, un pómulo, una inclinación ligera de un rasgo de su ideal femenino, (como yo con Elba). Sufrir la obsesión absoluta de las formas. Sentir la firme dinastía de las variantes de su belleza, como imperativos tortuosos que dominan despóticamente cada instante de mi vida, con la orden indiscutible que me exige: admira, busca, depende, susténtate... de su belleza; para vivir a partir de ahí, no como un hombre, como un puro alucinado. Para él fue Ligeia, para mí es Elba.


De Francis Bacon la misma percepción extraña y productiva en la resaca. Y a veces, en ese estado, acercarse a misterios que se extienden. Acercarse a entender lo extraño de todas las cosas por lo extraño de las cosas que se muestran en alguna resaca.


De Baudelaire la desprejuiciada e inocente mirada sobre las cosas. Y la especial simpatía por De Quincey. El mismo desastre que nos ronda. Y ya afásico sólo decía: la luna es bella.


De Borges la elucubración matemática de la literatura. Y la sintaxis aveces compleja. Las enumeraciones dispares. Su manera de ser suave y ser austero.


De Nietzsche la tendencia extrema a la concisión.


De Eratóstenes los pasos sucesivos en el desierto, que midieron 40 mil kilómetros sólo midiendo unos pocos. Su ciencia reflexiva y tranquila, que avanza suave entre los rollos de La Biblioteca.


De Torrente Ballester un paseo en el que me llevó por divagaciones que, cuando parecían más perdidas, retomaban el sentido del camino por donde habíamos comenzado a andar, en los Cantones de La Coruña.


De MacLujan una peculiar imaginación, de la que brota una ciencia enriquecida con dotes fabulosas. Que no he visto en ninguna otra persona, y que es la misma con la que yo he construido todas mis máquinas telépatas. Una ciencia que tuviera accesorios en la fantasía. O una poesía armada con cualidades precisas, con las que diseñar los engranajes con cálculos exactos, para construir Grandes o Pequeños Generadores de Poesía. Y para ello formular la Ciencia exacta de la Metapoyética.


De De Quincey el gusto por la digresión. Y cierta mansedumbre en la cadencia.


De Rimbaud el estigma de la huida en cada primavera. El brote irrefrenable del viaje cuando en el año crece el día. Y la preferencia de que nos perforen de un disparo nuestra mano izquierda, que ambos llevamos marcada. Para con la derecha enarbolar inútiles consignas, que acabarán con nosotros. Y a eso llamarlo escribir.


De Alfred Jarry el juego. La esgrima. Las pistolas. No olvidemos que en su lecho de muerte cuando le preguntaron que es lo último que deseaba, pidió un palillo de dientes. Demostrando así una pulcritud ética, estética, cívica e higiénica en el momento que, realmente, a nadie se le ocurriría reclamar el resolver semejante necesidad, y del que, ciertamente ignoro su verdadera pertinencia. Desconozco hasta que nivel la premura de solucionar este problema se le presentaba a una escala urgentemente ontológica. Lo que lo convierte en el genio que nunca dudé que fuese.


De Josep Pla la tranquila solemnidad de un Gin Tonic por la mañana...


De Dalí cierta voluntad de perfección. El interés por la ciencia. Las tres dimensiones estereoscópicas y el fructífero método paranoico-crítico. Y una satisfecha manera de estar por encima de las cosas. Y, posiblemente, el mismo concepto poético y místico del dinero, que yo tengo. Y, seguramente, la misma certidumbre en la jerarquía monárquica del espíritu. Donde el cuerpo desempeña el último peldaño plebeyo, sobre el que hay que ejercer la máxima tiranía, exigir de él y sus sentidos una devoción y servidumbre absoluta, férreamente disciplinada.


De Buda la ingenua esperanza de sentarse bajo un loto a esperar algo. Y, gracias a no estar de acuerdo con él, ni con sus conclusiones, haber encontrado las pruebas irrefutables para mi teoría que demuestra la incuestionable existencia del alma. Buda fue mi loto.


De Kafka la postración durante días, más o menos desesperado. Y lo peculiar que se vuelve singular. Lo extraño que se domestica irremediablemente. Y la misma relación confusa y enfática con la literatura. (El haber intuido las incipientes tetas de la hermana de Gregorio Samsa, y hacer de eso una costumbre).


De Néstor Luján la fruición con la que tuve la suerte de verlo comer una tortilla de patatas en la televisión. Y el placer, imbricado letra tras letra, en resolver y viajar por todas las contingentes etimologías, y por las necesarias palabras que las albergan.


De Zenón su calidad de incontestable. La pasión científica con la que amó a Parménides. Ser un poeta de las imposibilidades. Descifrar la ciencia a base de sus aporías.


De Piranesi las sombras del laberinto de sus cárceles infinitas, con las que soñarían Baudelaire y De Quincey en una misma noche de amapolas.


De Heráclito la feliz sospecha de que todo puede cambiar, que de hecho irremediablemente ha de cambiar todo.



De Parménides la sospecha final de que todo quedará igual.




UNA POLLA CHICA





Lo que dice es esto:

Una polla xica, pica, pellarica, camatorta i becarica
va tenir sis polls xics, pics, pellarics, camatorts i becarics.
Si la polla no hagués estat xica, pica, pellarica, camatorta i becarica
els sis polls no haguessin sigut xics, pics, pellarics, camatorts i becarics


Que en castellano sería mas o menos así:

Una polla chica, pipirigorda, pipiripinta y sorda
tuvo tres pollitos pintos, picos, gordos, pipiripintos y sordos.
Si la gallina no hubiera sido chica, pipirigorda, pipiripinta y sorda
los pollitos no hubieran sido pintos, picos, gordos, pipiripintos y sordos


Pero yo creo que quiere decir:

Una polla chica, mica, que entra pica y fica, amadora y pequechita
quería ser como seis pollas ricas, bellas, picas, amadoras y grandecita
si la polla chica no fuese perigorda, periblanca, pericorta y magra
no ansiaría ser una polla sarda, que trempa y farda, más que gorda larga


De ahí el aplauso.




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(Lo que intenta decir mi versión: es que una polla pequeña desea siempre, como todas, ser una polla grande. Nada nuevo bajo el sol, un drama secular y eterno: las pollas pequeñas y sus conmovedores y legítimos anhelos de grandeza. Todo muy natural y esperable. En definitiva el hombre se divide en dos clases: los que se la han medido alguna vez, y los que lo niegan)


El poema, textualmente, con el diccionario en la mano, nos diría:

Una polla pequeña, coqueta, que penetra excita y se detiene, que ama, pero muy pequeña
quería ser como seis pollas abundantes, sabrosas, estimulantes, que aman, y muy grande
si la polla pequeña no fuese un poco gorda, un poco blanca, un poco corta y flaca de poca grosura
no ansiaría ser una polla con algún color, que se erecciona y presume, preferiblemente larga a gorda.


apò mēchanḗs theós

Mi vida se ha convertido en un marasmo, del que sólo una máquina me puede sacar. Esto únicamente lo pueden comprender Las Musas de la Ciénaga: Olga, Elba, y difícilmente Yolanda. De máquinas no entiende casi nadie. Y como soy yo el que custodia los planos y sus escalas, todo comenzará así... Deux ex Machina:


PROFUNDAMENTE FACEBOOK

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Tengo un problema grave. Todos los comentarios que leo en el Facebook me parecen profundamente estúpidos. Y por extensión todos los que los escriben. No puedo evitarlo.
Por Dios, ¡pido ayuda! ¿Qué puedo hacer para dejar de sentir esta molesta sensación? Estoy preocupado, ¡cuanto más teniendo en cuenta que también yo he caído en la tentación de escribir alguno!

Soy un Snob Coruñes

Edificante siempre tu conversación. Cuando hablo contigo, si no tengo razón en lo que digo al menos parece que sí, que nunca me equivoco; esto es tan estimulante como excepcional. Y no aparenta que sea porque me des la razón gratuitamente (adverbio de modo) sino porque pensamos de manera parecida. Lo cual resulta estadísticamente inaudito, por lo general casi nadie coincide con lo que yo pienso. Porque pensar como yo resulta, cuando menos, una incongruencia. Pensar como yo es dificilísimo. Con esto no estoy entronizando mis errores, dándolos todos por buenos; no es esta una manera guay de ensalzarme a contra pelo, de intentar destacar por el simple método de ir contra corriente. Hay algunos que al no sobresalir por su originalidad intentan destacarse por su excentricidad; en lugar de hacerlo por una cualidad positiva, ya que no la tienen, lo hacen inflando sus defectos como excepcionalidades, para que parezcan virtudes...
Oh, Dios!, ahora que lo pienso, me temo que este es mi caso, para qué diría nada. Retiro todo lo dicho y, para distraer la atención, para invocar el olvido, llenaré una piscina con agua del Leteo y me pondré solemnemente un rechamante y florido gorrito de goma, antes de tirarme de cabeza. Para que, en un mismo zambullido, empapando mi vanidad española, se disuelva mi snobismo coruñés.
Ay! Que Dios me oiga.

Mi Bici

Mi Bici
Bicicleta anarco-fascista, estupendo aparato para pensar.
Dirección de correo: LVX@latinmail.com
LVX.anarcofascista@gmail.com