Mientras caminaba por el Paseo Marítimo se preguntaba, ¿en qué se parece una pota, una mascada, el vómito de un adolescente, a un rosetón gótico?.
Delante de cada tres o cuatro bancos, que se reparten a lo largo del Paseo, se veía su correspondiente vómito bordado en el suelo. En esa zona aireada vertían los adolescentes, entre sus piernas, la expresión más plástica que alcanzaban después de una noche de demasiado alcohol. Y el ácido dejaba grabado en el suelo para el resto de la semana, por mucho que se limpiase, una rosa de los vientos, justo en el sitio, donde habían perdido el norte.
Delante de cada tres o cuatro bancos, que se reparten a lo largo del Paseo, se veía su correspondiente vómito bordado en el suelo. En esa zona aireada vertían los adolescentes, entre sus piernas, la expresión más plástica que alcanzaban después de una noche de demasiado alcohol. Y el ácido dejaba grabado en el suelo para el resto de la semana, por mucho que se limpiase, una rosa de los vientos, justo en el sitio, donde habían perdido el norte.
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4 comentarios:
¡Lo has clavao!
¡Un saludo!
Ja jaja como te manejas crack
Ja jaja como te manejas crack
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