Tengo un moratón en la pierna que evoluciona en todos los rojos fuertes, amarillos diluidos en verdes tenues -como alboradas atlánticas- y en lilas violetas que nunca se definen, como podríamos esperar del mejor moratón. Todo junto parecen nórdicas auroras boreales, y todo es correcto y esperable, pero magníficamente excepcional, igual que todo lo que lo produjo. Un golpe contra ti.
***
No hay comentarios:
Publicar un comentario