Cáspita!

¡Cáspita!

CARTA A CARLO

Estuve en el Fnac y encontré un número increíble de cosas interesantes por metro cuadrado. En un libro que se titula Los setenta grandes inventos y descubrimientos del mundo antiguo, de Blume, busqué en el capitulo de juegos a ver si aparecía el yo-yo. También había una edición de Paideia, en un solo volumen enorme, la edición de la biblioteca por lo menos ocupa cinco libros grandes. Solamente costaba 10 euros la primera traducción al castellano de La vida arrebatada de F.N. de su amigo Overbeck. Y me encontré con un libro que no conocía de nada, pero será el primero que me compre: Gödel, Escher, Bach. Un eterno y frágil bucle. Y estaba allí El origen del hombre, de Darwin, que escribió 12 años después de El origen de las especies donde pasa por alto de manera elocuente cualquier referencia a la evolución en el hombre, como te había dicho, y como remarcaba la contraportada del libro. Para que veas que voy de la fuente a la tesis, y no al revés, como tu amigo Freud.

Por cierto, hablando de Freud, leí esto en las primeras paginas del libro de Alain de Benoist: En opinión de Gehlen, la inhibición de algunas pulsiones es signo de una actividad humana normal; por el contrario, la liberación anárquica de todas las pulsiones (freudismo) priva al hombre de su humanidad. Tendrías que leer el texto completo, así sesgado se entiende mal, pero lo importante es que encontré donde también ponen en duda radical a Freud, y me ha hecho pensar que toda ciencia de lo general (marxismo, freudismo1...) es en realidad una moral de lo general, es un sistema igualitarista, que intenta imponer lo común, lo repetido, en detrimento de la diferencia, de la excepción y de la anomalía, con ese afán de normativizar, de igualar lo alto y lo bajo en una talla media estándar2, quizás por ese miedo del que te hablaba al mismo hecho de existir, al misterio multiforme de existir, de sentir lo plural.
Cuando Marx divide al hombre entre opresores y oprimidos, e interpreta la historia como una lucha entre estas dos clases, además de ser simplista, reduce al hombre a la mera condición de productor, lo mira desde un solo punto de vista, todo otro matiz es intrascendente o anómalo para él3. Y le es necesario todo esta esquematización coherente de la realidad para sentirse seguro, un miembro destacado de la Liga de los Justos. Un rabino más, que, en realidad, a sustituido a Dios por el Estado pero que se ha olvidado otra vez del hombre, y su multiplicidad potencial.
Igual hace Freud, se imagina que existe una forma sana de la personalidad, y se dedica a establecer cual es la conducta normal de esa personalidad, olvidando que no hay más que excepciones que se multiplican4. Cuando diagnostica a un paranoico o a un esquizofrénico, por ejemplo, lo que hace es medirlo hacia abajo, buscar las características comunes de su conducta que le permitan clasificarlo como esquizofrénico, rebajarlo a esquizofrénico, en lugar de buscar lo particular entre esas conductas que lo hagan una excepción en lugar de una anomalía, que lo determinen como persona concreta y única en lugar de anularlo metiéndolo en el saco de la anormalidad, aislándolo del conjunto psicotípico de lo repetido. Entre toda la variedad de conductas escoge las que le dejan decir que es un esquizofrénico y no Leopoldo Maria Panero. Freud también se olvida del hombre, y de su particularidad esencial.
Pero esta normativización de la conducta también sucede de forma no negativa. Los gays están contentos de instituirse como categoría, y si les preguntas dicen, todos contentos: Soy gay, como una manifestación fundacional de su persona. Si yo fuese gay no me definiría como gay –como nadie se define como omnívoro por mucho que le guste comer de todo– por mucho que me gustase meterme rollos por el bul. Cómo podría cometer el error de definir el todo por la parte?5. Somos un complejo sistema de particularidades, por qué limitarnos con lo que nos iguala en lugar de elevarse con lo que nos diferencia, por qué definirnos por lo que tenemos en común con los demás y no por lo que sólo tenemos nosotros. O simplemente por qué definirse, y no asumir ese conjunto diverso como una forma estable por sí misma. Parece que la gente escapa de ser uno mismo, o no lo sabe hacer, y tiende a lo gregario para arroparse con una identidad. Pero todo esto se hace por el miedo a ¿no ser nada, al vació? ¿a la variedad de la existencia, o al dejar de existir?. Tal vez ni sean motivos tan profundos y se hace sólo por un temor a la diferencia con los demás que nos pueda llevar a ser marginados, el temor a la locura que nos aparte, al qué pensarán de nosotros, a ser excluidos, en definitiva a la soledad que no se busca, en definitiva a la incomunicación.

Ahora recuerdo que había intentado hace tiempo demostrar la existencia del alma en un articulo que se titulaba Los deseos de Shidarta (bonito título que alitera como un palíndromo). En resumen allí decía que todo deseo remite a una necesidad, toda necesidad a una función, y toda función a un órgano. Por ejemplo la sed es el deseo que refiere a la necesidad de hidratarnos, la necesidad de hidratarnos a la función de depurarnos, y esta al órgano del riñón, y bueno, todo el conjunto es una parte esencial para el mecanismo de la vida. Lo mismo sucede con los demás deseos, si alguno falla algo va mal, y el sistema se perturba. Pues bien, luego de contar un capitulo de la vida de Buda en el que después de una iluminación establece los fundamentos del budismo6, yo explicaba que si bien Shidarta eliminó todos los deseos, no pudo evitar ir a contárselo a sus compañeros de meditación al momento, y me preguntaba: ¿El deseo de Buda de contar a sus discípulos lo que había descubierto a que función remite, y la función a que órgano?. La necesidad es contar; la función es la comunicación; el órgano: el alma. Quod erat demonstrandum. La necesidad de comunicarnos deviene del alma, y demuestra que existe.
Si no nos comunicamos el alma se marchita, y todo el sistema se resiente. Si esto es así, para comunicarnos necesitamos estar rodeados de los demás y por esto no conviene diferenciarnos demasiado, para no quedarnos solos e incomunicados. El temor al rechazo nos hace vestirnos con el camuflaje de lo común. Pero lo cierto es que el alma crece con la acumulación de experiencias y de datos –que surgen de la diversidad– y con la cosecha de la propia individualidad.

la ´patafisica es la ciencia
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P.S.
Mal ya pensaba de Marx y de Freud antes. Esto escribía en el 2003:
Pla decía que Marx se dirigía a los sanos, yo lo dudo, pero da igual, ahora ya son enfermos. Y decía que Freud –que le debe a Marx el haber duplicado su clientela– se dirigía a los enfermos para curarlos, pero la verdad es que convirtió en contagioso, en enfermizo, lo que eran sólo algunas malas costumbres.
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1 A partir de aquí cuando digo Freud y Marx quiero decir psiquiatría y socialismo.
2 No ha de haber ni pobres ni ricos, quien es pausado padece apatía y quien es animado hiperactividad.
3 Como le decía a un amigo hace tiempo: El paraíso marxista es una extensión de bloques de viviendas de cemento todos iguales, sin el mínimo ornamento, donde uno reposa tirado en la acera con la pesada sensación de tener la barriga demasiado llena, y sin ninguna otra preocupación.
4 No hay norma, hay diferencia.
5 ...teniendo en cuenta la parte de la que estamos hablando. Y conste que yo no tengo nada contra los que gustan de meter cosas por el bul (de hecho la última chica de la que me enamoré pretendía esto), lo que me resulta curioso es que definan toda su identidad, todo lo que son, por ese detalle. Parece que quedan tan a gusto después de meter la parte en el todo que luego definen el todo por la parte. En meterse algún rollo por el bul no pasa nada, ahora, no hay que hacer de eso un tótem. Tampoco cabría.
6 Tendría que contarte en detalle el episodio. La conclusión a la que llegó, como sabes, es que el sufrimiento viene de la insatisfacción al no poder cumplir nuestros deseos. De esta reflexión concluye: Para no sufrir hay que no desear, y por lo tanto elimina todas sus necesidades. Todas –esta es la novedad de mi propuesta– menos una.

4 comentarios:

Be dijo...

Esto es de esa clase de cosas que me gusta leer cuando me levanto por la mañana, aunque hoy ha llegado algo tarde como para alegrarme el día, me da fuerzas para dirigirme a estudiar ciencias, lógica y filosofía.
El caso es que se me hace difícil ser tu correctora de textos porque la ortografía y las anotaciones son más fáciles en papel, haciéndolas al margen como toda la vida, así que por comodidad sólo seguiré dando una tras otra mis opiniones, por ese deseo/necesidad de comunicación que acabas de describir tan increíblemente de acuerdo conmigo.
Me resulta reconfortante pensar que eso ha salido de tu cabeza porque eres real y se parece mucho a mi idea del mundo; con todo esto quiero decir que si lo hubiese escrito cualquier filósofo muerto hace un par de siglos me sentiría bastante sola e incomprendida.
Hace poco me rebelé al guión de evaluación de mi asignatura de antropología y en lugar de hacer un trabajo de un grupo minoritario africano lo hice sobre el budismo. He de decir que disfruté mucho haciéndolo y que te lo digo para que seas consciente de que valoro tu texto desde el conocimiento del tema, cosa que numerosos críticos de cine o literarios tienen la jodona tendencia de no hacer -que también hay gente buena, no se me vayan a ofender.
Bien, que como la similitud a mis ideales no me permite ninguna apreciación transcendente y a riesgo de aburrirte lo suficiente como para que tengas que leer esto en dos partes te diré una cosa, dejando a Freud al margen -tengo muchas ganas de adentrarme más y más en sus teorías, no por veneración, si no con criticismo-:
A mí también me enerva esa manía de definirse, colgarse etiquetas -que además son de plástico barato, valga la metáfora- para sentirse mejor en este mundo en el que un hombre es lo que produce. Yo me llamo Belén y sólo utilizo el nombre porque se han inventado para facilitar la labor de comunicación, pero no soy atea, lesbiana, punk/heavy/rock, anti-ignorancia, crítica ni independiente, soy una persona que es todo eso personalizado y mimetizado y no necesita decir lo que es si no quién es y para eso, demonios, no hacen falta etiquetas.
Aprovecho ahora, ya que no he podido comentar tu carta a Bea en la que te titulan de cristiano: comparto tu criterio, el nudismo también me parece una falta de gusto, aunque no me queda más remedio de respetarlo ya que no hace daño a terceros, pero hay algo que sí te quiero comentar: no todos los gays tienen esa mentalidad obtusa, es cierto que tienen tendencia, pero eso es por una especie de rencor histórico, fueron machados y ahora quieren defenderlo con algo como el día del orgullo gay -por Dios, ¡yo estoy orgullosa de ser lesbiana todos los días!-. A mí eso me parece una especie de discriminación positiva, aquello de que tenga que haber tantos hombres como mujeres en el gobierno y tantas asignaturas en castellano como en gallego: es una manera que tienen las que en un tiempo fueron minorías atacadas de hacerse notar para no volver a caer en la misma situación de malestar -el fallo: corren el riesgo de ser demasiado pesados...

LVX dijo...

Sí, es precisamente por eso, por ese rencor histórico un poco revanchista, como tú dices, que los gays tienen a veces una lógica algo cerrada. Yo también lo había pensado. Tanto tiempo viéndose apartados los han empujado a reaccionar así (otra consecuencia del cristianismo).
Pero también es cierto que creo que la lógica gay es cerrada por definición. Para pensar es necesario despojarse de todas nuestras poses, nuestros intereses y hasta de nuestras necesidades particulares. Para pensar diafanamente primero es necesario un trabajo previo de nudismo, por mucho que no me gusten las playas nudistas. Cuando se piensa desde una posición determinada, como desde una óptica gay, ecologista, del Real Madrid o siendo torero, se tienen en cuenta unos puntos dándoles más importancia que a otros. Al tener uno ciertos intereses tiende a defenderlos y eso lo lleva a ser partidario, a analizar la realidad desde sus aledaños, a juzgar el todo por la parte. Por eso Galicia no es país para pensar, porque cuando el gallego piensa tiene en la cabeza todos los limites de sus leiras y como saldrán bien paradas; para pensar son necesarias más llanuras y menos minifundios. Por eso la lógica gay es obtusa, porque, además de esto, como tu dices han pasado por demasiada represión. Por esto yo tampoco puedo pensar, porque al final siempre acabo hablando mal de gays y de gallegos, en lugar de dedicarme a pensar simplemente

Borges decía que él no podía adscribirse a ninguna ideología o religión porque pensaba que hacerlo, declararse de tal o cual manera, era supeditar todas las múltiples facetas del Universo a una sola de ellas.
Hablando de Borges, ha escrito un libro sobre el budismo: Qué es el budismo, en Alianza.
Me alegra que coincidamos en la visión del deseo-necesidad de comunicarse.

LVX dijo...

Temía que no se me entendiese bien cuando explicaba el episodio de iluminación de Siddharta, menos mal que tu habías hecho ese trabajo y lo entendiste perfectamente. Buda, después de meditar bajo una higuera llega a la conclusión que el sufrimiento viene al no conseguir lo que deseamos, entonces decide no desear absolutamente nada, pero se levanta y va corriendo a contar sus revelaciones, las Cuatro Nobles Verdades, creando así el budismo. Qué necesidad estaba satisfaciendo Buda al contar las conclusiones a las que había llegado?

Cuando meditaba bajo su higuera no deseaba nada, ni la comida incluso, hasta que, gracias a un cuenco de arroz con leche que encontró, decidió admitir la comida que le diese la gente. Abrió así la vía media del budismo, hacia el Noble Sendero Óctuple. Nadie se puede resistir a un buen plato de arroz con leche, parece.



No quiero decir que siendo gay o torero no se pueda pensar, quería decir que no se puede pensar desde una lógica de gay o con un traje de luces, tan ceñido, tan reflectante.

Ahora que lo pienso, para conseguir la iluminación el budismo habla de pensar correctamente (uno de los elementos del Noble Sendero Óctuple) y también habla de liberarse del yo (una de las Cuatro Nobles Verdades) y es esto un poco lo que decía antes, para pensar correctamente es necesario despojarse del yo. Ahora bien, Siddharta empezó sus trabajos de meditación con un riguroso ascetismo y por ese camino no consiguió nada, sólo después de adoptar el Camino medio, “como una forma de actuación entre los extremos de austeridad e indulgencia sensual”, (y el plato de arroz con leche, todo hay que decirlo) alcanzó su iluminación, llegó a algún sitio. Es decir, uno puede dedicarse a lo que le guste porque sino tampoco adquieres experiencia, pero como decías cuando hablabas de etiquetas, no definirse por eso, y a la hora de pensar aislarte totalmente de tus contingencias. Se puede ser gay o torero, y pensar; siempre que se piense desde fuera de los intereses gays, y te quites el traje de torero. En meterse algún rollo por el bul no pasa nada, ahora, no hay que hacer de eso un tótem. Tampoco cabría.

(Creo que fue “El Gallo”, un famoso torero que cuando conoció a Ortega y Gasset preguntó de que trabajaba, cuando le dijeron que era filósofo, que se dedicaba a pensar, dijo: “Hay gente pa tó”).

Be dijo...

Sí que tiene sentido lo que dices, sí.
Recuerdo que no hace mucho intenté leer un libro de Ortega y Gasset (creo que "¿Qué es la filosofía?" o algo así), pero no lo conseguí... ¿Qué opinas de él?
Estoy a ver si esta semana me paso por la biblioteca para hacerme socia ¿está pegada al Rosalía, no?

Mi Bici

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Bicicleta anarco-fascista, estupendo aparato para pensar.
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