Cáspita!

¡Cáspita!

Carta a Gloria

A veces me vienen a la mente imágenes paradójicas o, simplemente, cómicas. En una de las últimas aparecía yo vestido de futbolista con las botas de tacos y las medias bien subidas. Si algún día vistiese así mi carácter cambiaría radicalmente, no sé en que sentido. Otra imagen que me ha venido últimamente fue verte casada y con hijos y yo que iba a visitarte. Extrañamente me recibías en tu habitación de ahora, y tus hijos, que eran dos, iban y venían desde la cocina. Tú, no sé por que, los tratabas con cierta ironía. A ellos les parecías altísima, con toda la razón del mundo. Para la merienda les dabas a elegir para beber entre Coca-Cola y Ulifress, y reías ligeramente al ver que se paraban a pensar. Me imaginé a tu marido de tres formas diferentes. Uno tenía celos de mí, otro me trataba exageradamente bien, con excesiva amabilidad y el tercero era médico. Este último me inspiraba un gran respeto y casi me daba miedo hablarle. Entonces un dolor en el costado me obligaba a doblarme repentinamente. Esto hacía que tu marido absurdamente me tomase la tensión pese a que yo me resistía, ya en el suelo.
Tú y yo sabemos que todo esto es imposible, me refiero a que te cases y tengas hijos. Nos parece tan imposible como impenetrable el futuro que te espera, el que nos espera a los dos en este sentido.
Dos circunstancias de esta fantasía me llaman la atención sobre las otras. La primera es la ironía con que tratabas a tus hijos. ¿Cómo se trata con ironía a un hijo?, ¿en qué esto se hacia evidente? o ¿qué sentido podía tener? Tal vez sea que yo realmente no pueda imaginarte con hijos y mi escepticismo lo traduzco en tu ironía. La segunda es por qué yo soy el foco alrededor del que giran las descripciones de tus maridos. Ellos o tienen celos de mí o son extremadamente amables conmigo o, si son médicos (algo que no tiene nada que ver conmigo) yo me convierto en su paciente. Todo esto sólo puede darnos a entender una cosa, a la que yo ya estoy habituado: el placer que siento en ser el centro de atención en algunas situaciones. Por otro lado la fantasía era mía y no es extraño que yo sea, aun escondidamente, el protagonista.
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Ulifress: bebida barata de cola.

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Mi Bici

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